Un recorrido por su historia: S. Louis Giraud
La Primera Guerra Mundial puso fin a la edad de oro de los libros móviles. La contribución de los artistas alemanes, tan destacada en el siglo anterior, se detuvo. Los ingleses y los estadounidenses carecían de las imprentas y la mano de obra calificada necesaria para crear la fina cromolitografía de los alemanes. Como resultado, los libros móviles disminuyeron en calidad y cantidad.
Los móviles experimentaron un renacimiento en los años 30 y 40, gracias a S. Louis Giraud en Londres. Mientras era editor de libros infantiles para el periódico Diario Express, Giraud diseñó y produjo un anuario desplegable del mismo nombre. Después de dejar el periódico, continuó la serie bajo el título Cuentos de Bookano. De 1929 a 1949, Giraud produjo dieciséis anuarios con el nombre de Publicaciones Strand y Cuentos de Bookano. Sus libros se denominaban “maquetas vivientes” porque cada escena se desplegaba en una doble página, diseñada para ser vista desde múltiples ángulos, al igual que muchos libros desplegables modernos. Un atractivo añadido era que las acciones parecían continuar después de abrir la página. Un buen ejemplo es el anuario del Diario Express de 1930. Un payaso de circo se balancea mágicamente alrededor de un bar.
A diferencia de las primeras obras maestras alemanas, que eran muy caras, Giraud creó y vendió sus anuarios a precios modestos. Utilizaba un proceso de impresión fotolítica, que carecía del detalle y el refinamiento de la cromolitografía alemana. Sin embargo, sus producciones son atractivas por sus colores vivos y su originalidad, y son muy coleccionables en el mercado actual.